Como parte de las experiencias que se viven desde la escuela, las maestras, las chicas y los chicos de tercer grado se subieron a un cohete (perdón, a un micro) y se trasladaron al Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, Galileo Galilei. Ni la lluvia los detuvo. Allí participaron de uno de los lindos espectáculos educativos que se brindan en el domo: "Cuentos para no dormir". Descubrieron planetas, nebulosas, galaxias, miles de estrellas en el cielo y otros secretos del universo a través de unas historias que, además, les enseñaron a dibujar constelaciones.
Vieron los elementos de astronomía que están por todos lados en ese lugar y el meteorito que se exhibe en la puerta. Hay varios. Son rocas muy pesadas y con hierro que vienen del espacio. Por eso se dice que son extraterrestres. Hace cerca de 4000 años cayeron en el Campo del Cielo, en la Provincia del Chaco. Al entrar en la atmósfera se encienden, se rompen y caen en partes.
Adentro del recinto, las butacas son muy cómodas. Los chicos se sentaron en una de las filas y descubrieron que el respaldo se puede reclinar hacia atrás. Claro, es que cuando se apaga la luz, comienza una proyección a todo color en el cielo raso del planetario y hace falta levantar la vista para disfrutarlo completo.
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