QUE SE VENGAN LOS NIÑOS (Y LAS NIÑAS)

Aunque cueste creerlo, varios mitos vinculados a lo ámbitos en el que se mueven las infancias tienden a estar eclipsados por el contraste con la absoluta realidad. En la 19, por ejemplo, se come verdura en el Comedor Escolar sin chistar (aplaudan las abuelas); se ha escuchado en más de una oportunidad en boca de las "blancas palomitas" (para regocijo de Efraín, el portero de la Señorita Maestra Jacinta Pichimahuida) que les gusta la escuela o que quieren ir a la escuela y varias cosillas más que en otra oportunidad iremos develando en el sentido filosófico del término.   

Viene pasando muy a menudo que algunas niñas y algunos niños optan por compartir el recreo sumergiéndose entre los recursos interesantes que provee la Biblioteca Escolar y el material que allí se encuentra. Es muy común que sucedan escenas como las que se ven en las imágenes precedentes: lecturas, lecturas compartidas, espacios para leer personales y mucha paz. 

La escuela viene ofreciendo estos momentos creativos, que se suman al Tenis de Mesa, el salto en Soga, los Metegoles y juguetes que andan pululando, para que los recreos sean para el descanso y el aprendizaje. A jugar y estar con otros también se enseña. Y en la 19 venimos trabajando en ello. Ojalá más nenas y nenes se sumen a la propuesta y podamos celebrar el crecimiento compartido y terminar de lamentarnos por los enojos que generan los egoísmos. La base esssstá, diría Mostaza Merlo.