Si Caperucita hubiera estudiado Odontología, quizás en su encuentro con el Lobo, (que confundió con su abuelita. ¡Dale Cape, pilas!) la dulce (pero desobediente) niña no hubiese caído en la trampa que le tendió el animal. Después de observar los ojos, las orejas, la pequeña se la dejó picando al Lobo y le dijo "pero qué dientes tan grandes tenés" y lo que siguió todos lo sabemos "¡es para comerte mejor!" y shammmm.
Este paralelismo que presentamos acá mismo tiene su sentido: las lobitas y los lobitos de la 19 exhibieron sus dientes(citos) a un grupo de expertos que nos vinieron a visitar. Se trata del Equipo de Odontología del CESAC 46 que trajo todo lo necesario para revisar la dentadura de todas las alumnas y alumnos que fueron autorizados.
Mientras las odontólogas hacían el control se escuchaba "¡Pero qué lindos dientes tenés!" y la magia se convirtió en magia. Y si algún dientito no está tan lindo, van a hacer todo lo posible para que se recupere para lucir bien y para que cumpla a la perfección su función sin que duela.
Agradecemos enormemente al CESAC 46 porque durante todo el año estarán trabajando para que ese sueño de la salud bucal de nuestras niñas y niños se cumpla lo mejor posible. En especial remarcamos la excelente disposición de los odontólogos Alejandra y Juan Pablo.
¡Ay dientitos! ¡Hay dientitos!
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